-El otro día me senté al lado de Big Bang. Estaba hablando entre dientes, como si pensara en voz alta. ¿Y sabes lo que le oí decirse a sí mismo?
-No, ¿qué dijo?
-Dijo: “No me avergüenzo de mi obra, pero sí de la obra de mi obra”.
14.6.09
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Bueno,como figura retórica, pero como verdad, que pena. Hoola, sigo de visita.
Gracias, Blanca, por tu comentario. Ojalá que algún día el viejo BB no tenga que avergonzarse de la obra de su obra.
Publicar un comentario