-Hay que averiguar quién es. Obviamente no quiere que se termine. Todos los meses hace algo: quita un capitel, retira una moldura, borra algún plano…
-¿Hay algún sospechoso?
-Por ahora no. Consideramos dos hipótesis: que actúe por dinero (ya sabes: algún contratista) o por venganza (algún despechado). Aquí tienes la lista de unos y otros.
-¿Se ha interrogado a alguien?
-De momento no. Te corresponde a ti la investigación. La hemos llamado “Operación Penélope”, por aquella griega que destejía lo que había tejido.
-Vale, pues me pongo en marcha.
-Espera un momento, que atienda el teléfono (…). Bueno, parece que hay novedad.
-¿Qué es?
-Un anónimo. Se ha recibido una carta. Dice enviarla el saboteador. Ofrece un pacto: él no se lleva nada, a cambio de que no la terminen del todo.
-No entiendo.
-Se refiere a la catedral. Pide que no la acaben. Vamos, que no la culminen. Y luego añade: “lo molesto es la llegada”; así, entrecomillado.
26.6.09
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