23.2.06

Un modelo de gestión

Para concluir este informe de gestión, no podemos dejar de referirnos a la profundización democrática operada en nuestra estructura durante el último ejercicio. La elección de cada jefatura de área mediante sufragio de sus miembros (“un hombre, un voto”) permite no sólo el gobierno democrático del conjunto, sino también de cada una de sus parcelas: narcotráfico, prostitución, corrupción institucional, extorsión y venta de armas. Las cinco divisiones han elegido, mediante votación secreta y directa, sus propios consejos directivos; y éstos a su vez, investidos de la representatividad que les concede emanar de las bases, han designado al rector máximo de la organización.

Se han armonizado así participación y eficiencia, democracia y resultados. Ésta es la clave de nuestro éxito, patentizado por el crecimiento de las cinco áreas de negocio.

Igualmente se ha avanzado en la independencia de nuestro sistema de justicia. Los tribunales han actuado autónomamente, sin injerencias de la jefatura al enjuiciar desviaciones. Ello no ha impedido la ejemplaridad de las decisiones tomadas en aplicación de nuestro código (incluida, en caso necesario, la pena capital). Para el próximo ejercicio parece conveniente incidir en la descentralización. A tal fin se crearán tribunales especiales para transgresiones en prostitución y corrupción pública, tal como ya se hizo para los sectores de armas y narcotráfico.

De entre las agrupaciones que operan extramuros de las leyes y tratados, la nuestra se ha afianzado como la más eficaz y cohesionada, merced a su vertebración democrática. He aquí lo que diferencia una auténtica organización, como la nuestra, de una simple banda de secuaces regida por la arbitrariedad.

En suma: nuestra corporación, cuyo ámbito de negocio es inconciliable con la legalidad exterior, requiere fortalecer su entramado jurídico como presupuesto de perduración. Y esa solidez únicamente puede proceder de su aprobación por cargos electos, lo que otorga legitimación de origen, garantiza el apoyo de las bases y confiere estabilidad organizativa. De ahí nuestro empeño en potenciar los resortes de la democracia.

(Aplausos.)

22.2.06

Gente cumplidora

(Se reproduce este relato, pues en el anteriormente enviado -que aparece más abajo- había una errata.)


-Confiesa que fue Dios quien dijo “no matarás”, o probarás mi espada.

-Nada de eso. Lo ordenó Alá mediante su profeta. Y aunque acabes conmigo, sus fieles te darán muerte en nombre del Altísimo.

-Me dais asco los dos. Fue Yahvéh quien mandó eso. Y ahora rendiréis vuestras vidas si no lo proclamáis. Así que, mientras os apunto, responded: ¿quién dijo “no matarás”?

Otra versión

Tras expulsarlo del paraíso, dijo Yahvéh al hombre:

-Porque comiste del árbol del que te prohibí coger diciéndote “no comas de él”, maldita será la tierra por tu causa. Con trabajo sacarás de ella el alimento todos los días de tu vida. Espinas y cardos producirá, y la hierba del campo tomarás. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que retornes a la tierra, pues de ella fuiste tomado.

El hombre dijo:

-En esas condiciones, prefiero ser devuelto a la nada, como antes de crearme.

Yahvéh se apiadó:

-Para que tu existir no siempre sea mezquino, te daré la imaginación. Es un trasunto de mi fuerza. Podrás inventar, fabular, soñar fantasías. Contarlas o escribirlas.

-¿Y en qué consiste eso?

Yahvéh lo explicó someramente.

Y luego el hombre, con un resto de esperanza y un ignorado impulso, empezó a escribir unos libros, o sea, una biblia.

Percusión

Sobre el suelo de la habitación donde tejía ficciones, una tubería goteaba (glop, glop) y de este modo:

a) recordaba que había que arreglarla o avisar a quien supiera hacerlo;
b) incorporaba la realidad persistente;
c) interfería con la ensoñación; y
d) confirmaba que las palabras, abstraídas o tangibles, nacen de las cosas y se componen de materia.

Era un gotear molesto, pero no inútil.

Qué lejos de aquella copla

Tras poner el último punto a su novela, iniciada dos años atrás, se asomó al patio de luces para sentir el fresco. Justo en ese instante una voz con acento andaluz, procedente de algún apartamento, entonó a modo de copla:

No canto pa que me escuchen
ni pa sentirme la voz.
Canto pa que no se junten
la pena con el dolor.


Oído lo cual, el escritor exclamó: “Eso sí que es literatura”. Y aunque el primer impulso fue quemar su novela, finalmente optó por guardarla en un cajón bien hondo.

Gente cumplidora

-Confiesa que fue Dios quien dijo “no matarás”, o probarás mi espada.

-Nada de eso. Lo ordenó Alá mediante su profeta. Y aunque acabes conmigo, sus fieles te darán muerte en nombre del Altísimo.

-Me dais asco los dos. Fue Yahvéh quien mandó eso. Y ahora rendiréis vuestras vidas si no lo proclamáis. Así que, mientras os punto, responded: ¿quién dijo “no matarás”?

21.2.06

El traje nuevo del emperador.

No por ello resucitaron los fusilados de Goya (aquel cuadro del 3 de mayo) ni los caídos en los frentes de Austria, Polonia o Rusia. Eso tiene que admitirlo. Pero (dentro o fuera de su cabeza) se instaló un rumor de aclamaciones cuando sacó el spray y sobre la pomposa tumba del emperador Bonaparte rotuló “Sinvergüenza”. Seguidamente la gendarmerie se abalanzó sobre él, varios visitantes le señalaron con el dedo y un niño pequeño (hijo de algún turista) batió palmas con sus manitas, uniéndose al coro de reconfortados.