13.7.09

Movidos

Antes de dar comienzo a la sesión y mientras preparaba el instrumental, el torturador dijo al prisionero:

-No sé lo que va a pasar. No sé si podrás resistirlo. Pero quiero que sepas que torturarte es, también para mí, una tortura.

Justo cuando iba a añadir “-Suerte” sonó la consigna de inicio. Luego, pasos acercándose. Quizá otros torturados, activos o pasivos.

2 comentarios:

Carla dijo...

El engendrar torturadores es una tortura para la humanidad misma que no sabe cuales son los genes que determinan la crueldad. Siempre me pregunté si es que alguien que comete tantas atrocidades puede dormir tranquilo o si lo asaltan los recuerdos de lo que ha hecho. Gracias a dios no tengo nadie cercano que pueda responder a mi pregunta.
PD: Me gusta pensar que ademas de escribir cosas que surgen de tu imaginación o vivencias de otros sumas tus propias vivencias a este blog de la misma manera que suelo imaginar que Sabina ha pasado por todas y cada una de las situaciones de sus canciones. No se porque pero me lo imagino asi, te imagino niño, adolescente, hombre...
Besos

saiz dijo...

Muchas gracias, Saphira. Me encantan tus comentarios.

Probablemente es verdad que en todo cuanto uno escribe, aunque sea ficción, hay una fracción o un trasunto de sí mismo. Por eso Flaubert decía que "Madame Bovary soy yo", es decir, que en su obra (no tanto como en su personaje) estaba, de alguna forma, él mismo.

Todo lo que imaginamos procede, en parte, de nuestras vivencias; y en parte, de ponernos hipotéticamente en el lugar de otros: de conjeturar cómo viviríamos las experiencias que otros atraviesan.

Felizmente en este caso me ocurre como a ti: nadie de mi familia ha sido torturado. Pero me pongo, en este caso, en el papel del torturador (del torturador involuntario: aquél que se ve obligado a torturar) y pienso que para mí eso sería también una tortura. Puede que no tan intensa como la del torturado propiamente dicho, pero tortura a fin de cuentas.