10.7.09

En qué quedamos

Callé cuando debí hablar (en boca cerrada no entran moscas, me habían dicho). Hablé cuando debí callar (quien calla otorga, me advirtieron también). Y las dos veces metí la lengua, o sea la pata. Aunque, bueno, creo que convendrán ustedes en que es fácil perderse dentro de un manual tan contradictorio.

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