27.3.09

Mientras dormías

Sin saberlo ni estar ahí, a veces aparecemos (como protagonistas o actores secundarios) en los sueños de otros.

-Anoche soñé contigo-, nos dice alguien.

-¿Y cómo era yo (ese yo) en tu sueño?

2 comentarios:

Carla dijo...

Me recuerda a Las ruinas circulares de Borges, los sueños me encantan, amo la intrincada trama de su tapiz, y cada una de las puntadas que damos a tientas para tratar de completarlo y entenderlo.
Saludos

saiz dijo...

Me gustan tus comentarios, Saphira. Están llenos de bagaje lector.

A mí lo que más me atrae de los sueños es que ponen de manifiesto que todos somos artistas: seres creativos.

Nuestros sueños son ficción. Son una recreación de la realidad basada en elementos auténticos pasados por el tamiz del subconsciente.

En los sueños las vivencias se estiran y encogen. Mezclan elementos y vivencias de distintos lugares y tiempos. Unas cosas se exageran, otras se reducen.

Por eso soñar es una poesía del subconsciente. Es surrealismo en imágenes.

Nadie puede decir que no es capaz de crear y de inventar. Por el contrario, en los sueños (cada uno en los suyos) somos guionistas, actores, directores de cine. (Aunque el único espectador de la película seamos nosotros mismos.)