13.3.09

Rebobina

Recompón el vaso roto: junta sus mil añicos, las astillas de vidrio dispersas por el suelo.

Devuelve ahora a la jarra el agua que vertiste. Haz que esté otra vez llena, que no falte una gota.

Mete otra vez la pasta de dientes en su tubo.

Desquema aquellos árboles a los que hiciste arder. Reconfigúralos. Reponlos a partir de su humo y sus cenizas.

Venga, borra tus actos. Suprímelos. Deshazlos. Déjalo todo igual que antes de haberlos hecho.

4 comentarios:

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

No podemos hacer que lo hecho no haya sido hecho. Como dices, replantar un bosque no es desarderlo. Y aunque un terrorista se arrepienta de haber matado, no por eso el muerto va a resucitar. El arrepentimiento tiene esos límites...

saiz dijo...

Exacto, Emilia. Era lo que quería decir. No es posible rebobinar, retroceder.

A menudo uno echa de menos, en la vida, el botón "Rew", esa tecla que viene en los reproductores de vídeo y equipos de música.

Y es que no: dentro del "Kit" de la vida falta ese mecanismo, ese sistema para dar marcha atrás en nuestra propia cinta.

Anónimo dijo...

Mi padre decía que podemos freir un huevo, pero no desfreirlo.

saiz dijo...

Gracias, Anónimo. Nunca lo había pensado, pero es un excelente ejemplo de irreversibilidad.