Un día antes de cumplir su condena, el director de la prisión le dijo: "Mañana quedas en libertad. Ya has pagado por lo que hiciste".
Pero el ya ex-recluso sabía que no había pagado. Porque, años atrás, quitó la vida a otra persona y jamás podría pagar el precio. Porque nunca, nunca, nunca iba a saldar su deuda.
18.3.09
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