23.3.09

El secreto

Poco antes de morir, mi abuela consideró su deber confesarme el secreto que hasta entonces había guardado. El secreto era que, puesto que mis padres no me habían bautizado, ella y su esposo (mi abuelo) aprovecharon una tarde que, siendo yo niño de apenas un año, mis padres me dejaron con ellos para ir al cine, y entre los dos me bautizaron en el fregadero de la cocina. Mi abuela me sostuvo en brazos y mi abuelo ofició la ceremonia.

“Lo hicimos para que, en caso de morir, fueras al Cielo y no al Limbo”, me aclaró.

Al oírlo sentí como si la memoria se me abriera y recordé a mis abuelos puestos de pie, muy serios, y de pronto agua chorreándome cabeza abajo.

“Así que fue eso” –pensé-. “El primer recuerdo de mi vida era eso”. Y me pregunté: “¿Cómo podían creer mis abuelos que el porvenir, el destino eterno de un niño, dependería de echarle un chorro de agua? ¿Cómo podían pensar que mojándome el pelo me librarían de una cosa llamada Limbo? ¿Cómo podían creerlo?”.

Pero a mi abuela no le expuse mi perplejidad. Le dije sólo: “Gracias, abuela”. Después de todo, ¿qué culpa tenía ella de creer, de que le hubieran hecho creer, eso?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En teoria el bautizo es para librar a los babys del pecado original. Se supone que todos los niñitos-as nacen sucios, manchados (maculados). En parte porque Adán y Eva -"nuestros primeros padres "- comieron de la dichosa manzana en el paraiso, y en parte porque todos los niñitos fueron concebidos carnalmente, mediante coyunda de sus padres (¿de qué otro modo, si no? ¿ tal vez los fertilizados "in vitro" nacen libres de ese pecado?). En pocas, que hay que purificarles y dejarles limpitos mediante el agua de la pila bautismal. Bueno eso es lo que creo lleva a bautizar a los infantes. En verdad es triste pensar que un baby recién nacido ya tiene suciedades y pecados de que limpiarse.

saiz dijo...

Gracias, Anónimo, por tu aclaratorio comentario.