14.12.09

Soy así de mediocre

No piense que le juzgo, señor Gandhi, pues no hay nadie en la Tierra con derecho a juzgarle. Tendría yo que despojarme ahora de la toga, el birrete, las puñetas, los rizos y bajar de mi estrado o pedestal para que usted, desde su pureza, me juzgue y me condene como al resto de la humanidad. No, señor Gandhi, ni le juzgo en mi nombre ni en el del Imperio Británico. Simplemente encajo unos hechos en unas leyes (como un silogismo, Mahatma: soy así de mediocre). Y como son leyes injustas, también lo es mi decisión. En fin, yo no puedo mirarle a los ojos, pero usted sí. Así que (se lo ruego) míreme y, antes de que por orden mía le lleven a la cárcel, concédame su bendición.

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