La modista venía a coser a casa. Se llamaba Paquita y decía palabras raras: hilván, holgura, pernera, sisa, dobladillo, pespunte… Mientras cosía, me contaba cuentos. Unos inventados y otros vividos. Entre los reales, lo que le pasó con la avispa.
Estaba dentro de una uva. Al coger la uva de la parra e ir a masticarla, la avispa le picó. La lengua se le inflamó terriblemente. No pudo comer en varios días. Decía “me duele al recordarlo”.
Yo tenía cuatro años y su relato me impresionó mucho más que cualquiera de los cuentos.
Desde entonces sueño con avispas. No sé si varias o la misma. Rayas negras y amarillas. He oído que, al contrario que las abejas, las avispas no mueren después de picar.
Justo antes del dolor me despierto (también es buena suerte). Suele ser madrugada. Entre el silencio, y sin ganas ya de dormir, algo pide ser escrito.
A veces la avispa está semanas sin venir. Entonces deseo que vuelva y -escondida en la uva- me inyecte su veneno, me clave su aguijón.
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4 comentarios:
Néctar, creo que las avispas no producen miel.
Aquí hay unas enormes, le llaman emborrachadoras, por el efecto que hacen, y cuando te pican, si no te bañas, aunque sea con lodo fresco, te mueres, guac...
Gracias, Blanca. Creo que el néctar es la sustancia de las flores que liban algunos insectos. Pero es igual. Lo de la picadura en la lengua me lo contó en verdad aquella mujer (las avispas a veces se meten dentro de las uvas para sorber su dulce jugo); y me impresionó tanto que a veces todavía lo sueño. Afortunadamente no me ha pasado nunca (en la realidad), pero en sueños me ha ocurrido muchas veces. ! Menos mal que la avispa que veo en sueños no es una emborrachadora... ! (prefiero no conocerlas para así no soñar con ellas...).
Mil gracias, como siempre, por tu comentario.
Oiga, Saiz, serio que no pensé posible que fuera verdad,¡dentro de una uva! bueno para historia, pero realidad, mira como...me había enterado de alguien en un trago de bebida se la pasó y le picó en la garganta, vaya situación, jajajaja; no lo sueñes, jajajaja. So long.
Pues sí, Blanca. De hecho, aquí en España lo he visto (avispas libando de una uva). No creo que lleguen a agujerear la piel de la uva. Probablemente aprovechan que la uva tiene alguna incisión producida accidentalmente (o practicada por el pico de algún pájaro) para sorber su dulce jugo.
Generalmente la realidad es más asombrosa que la ficción. La realidad tiene una imaginación desbordante.
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