8.9.09

Bienvenido al club

Un pintor que visita el museo en que se exhiben sus propios cuadros y, aprovechando una distracción del vigilante, saca un pincel y retoca sus pinturas.

Otro pintor que se esmera copiando jarrones o frutas, y cuya hija pequeña, al entrar en el estudio, pregunta:
-¿Para qué quieres dos cosas iguales?

El experto capitán de un barco que, mientras importe órdenes, sostiene un papel para no olvidar que “babor, izquierda; estribor, derecha”.

Un griego que se mete en la bañera y, al ver que el agua rebosa, corre gritando:
-¡Lo encontré!, ¡lo encontré!

Un aviador que sufre una avería en el Sahara y al que, de pronto, un niño le pide:
-Dibújame un cordero.

Una mujer pobre que gasta todo su dinero en comprar perfume para ungir a un hombre puro.

El padre que, encerrado en un campo de exterminio junto a su hijo, hace que éste crea que nada es de verdad, que todo es un juego.

Una maestra de música que, tras oír a un pájaro trinar en el alféizar, dice a sus alumnos: -La clase de hoy ha terminado.

Un hombre que cada 9 de noviembre (como siempre, sin tarjeta) envía a su mujer un ramo de flores.

Una niña que ve a su padre desplomarse por un rayo, y enseguida un trueno: el trueno que no cesa. Me lo contó años después.

Un hombre al que juzgan por homicidio y, cuando le preguntan por qué lo hizo, responde “milana bonita”.

Personas o personajes. Reales o ficticios. Qué más da.

6 comentarios:

Blanca dijo...

Hola Saiz, los primeros los reí, los últimos ya no, al del griego no le entendí. Je, gracias.
Buenos días...

saiz dijo...

Gracias, Blanca. El griego es Arquímedes. Se cuenta que estaba dando vueltas en su cabeza a su famoso principio, cuando se introdujo en la bañera (que estaba llena, a punto de rebosar) y al meterse se derramó gran parte del agua. Entonces se dio cuenta de que el agua derramada equivalía a su propio peso. Así enunció el principio según el cual un objeto introducido en un líquido experimenta un empuje igual a su propia masa. Entonces, eufórico, salió por las calles de Atenas gritando "Eureka, Eureka", que en griego significa "lo encontré". Y de ahí que todavía sigamos usando esa exclamación.

La mujer que ungió los cabellos de un hombre puro es María Magdalena. Según algunas tradiciones, era inicialmente una prostituta. Gastó su dinero en comprar aceite para ungir los cabellos de Jesús (hecho este que, por cierto, irritó a Judas).

"Milana bonita" es la frase con que el Azarías, un campesino viejo, llamaba a un pájaro al que daba de comer en su hombro. A este pájaro lo mató, por gusto y en una jornada de caza, el dueño de la finca en la que el Azarías trabajaba, y seguidamente éste -que padecía un trastorno mental- ahorcó de un árbol al cazador. La historia viene en una novela de Miguel Delibes titulada "Los santos inocentes".

Como ves, algunos personajes son reales y otros ficticios. Son historias que me emocionaron. Y poco importa si sus protagonistas fueron reales o no. Si fueron personas o personajes.

(Muchas gracias por tus comentarios.)

aurora dijo...

MILANA BONITA... Es la mejor frase que ha escrito Delibes. Aunque la novela no se titule así , yo siempre la recuerdo con ese título.

saiz dijo...

Gracias, Aurora. A mí, de todas las novelas de Delibes (no las he leído todas), la que más me gusta es "El Camino". Aunque el mundo rural y pretecnológico que describe ya no existe, las emociones y los tipos que aparecen en esa novela son intemporales.

Otra buena novela de Delibes (aunque ésta quizá ha envejecido más) es "Cinco horas con Mario". Hace unos años la releí en la versión teatral que de ella se hizo, y me hizo pensar mucho. Es la historia de una mujer pequeño-burguesa, sin apenas formación y llena de tópicos conservadores, cuyo marido (Mario) se mueve en círculos progresistas y de izquierdas para cambiar el mundo. Curiosamente Mario hace todo lo posible por redimir a la humanidad... pero se olvida de redimir a su propia mujer.

Blanca dijo...

(no conozco a Delibes, lo intentaré uno de estos días)
Gracias por las explicaciones, querido Saiz.
Buenos días, todos los días.

saiz dijo...

Creo que Delibes no te defraudará. Te sugiero empezar con "Los santos inocentes". Es un relato breve e impactante.