13.10.10

Insomnio

En términos de sueño, salió caro regatear ayer con el vendedor callejero. Le arranqué un reloj a la mitad del precio inicial (es fácil negociar con un débil), pero luego me sentí culpable cuando le vi recoger deprisa la mercancía y suplicar inútilmente al policía que no se la requisara. Y después tardé en dormirme, pensando en las monedas que le había escamoteado, tan insignificantes para mí, tan necesarias para él. Sin duda que, de no ser por aquello, habría pasado hoy del perro de la cuneta, le habría dejado ahí cojeando en vez de parar el coche, recogerlo, llevarlo al veterinario y traerlo a casa. Y ahora tengo que ponerle un nombre. Pero sin pensarlo mucho: no quiero otro motivo de insomnio. ¿Piedad? ¿Conciencia? ¿Qué tal Blanqueo? ¿Aceptaría un perro llamarse Blanqueo?

4 comentarios:

Blanca dijo...

¿ Conociste el perro que se llamó 'usted perdone'?

saiz dijo...

No, Blanca. ¿Existió de verdad?

(Hace un par de días visité tu blog Monologando para ver las fotos de que me hablaste, pero no las encontré. Seguramente será por mi inhabilidad para la informática. Ahora vuelvo a intentarlo).

Blanca dijo...

jajaja, en un rancho de por acá, el perro originalmente se llamó Presidente Municipal, pero el día que éste funcionario fué a visitar al ranchero, para conocer su perro, preguntó como se llamaba, y le dijeron que se llamaba ' Usted perdone'.

jajaja.
Creo que ya viste las fotos,si, ya recuerdo,dejaste comentario, Bye.

saiz dijo...

Me recuerda esa historia según la cual una persona (digamos Juan) le regaló un burro a alguien con quien estaba enemistado (digamos Pedro), para así poder decir (con fundamento) "por ahí va el burro de Perro".