15.10.10

Biografía

A las siete, la flor de un día brotó en silencio. A las nueve empezó a abrirse. A las diez se desplegó del todo. A las doce un insecto anduvo por sus pétalos, libó de su néctar, se llevó algo de polen adherido a sus patas. A las seis de la tarde se cerró. A las diez de la noche se mustió para siempre. Y eso fue todo. Todo. Pasó ella por la vida, y la vida por ella, sin rozarse apenas la una con la otra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tal vez si esta flor no hubieras existido el artista que la pintó en su cuadro no seria reconocido mundialmente... ;)

me gustaron mucho todos los escritos que tienes aqui!

saiz dijo...

Hola, Indy. Gracias por tu visita y comentario. Si tienes blog, ahora intento acceder a él a través de tu perfil. Un abrazo.