20.9.11

Desnortados

Napoleón, Sabino, Adolf, Jossif…

En verdad no fueron perezosos, ni indolentes, ni acomodaticios, ni cobardes…

(uno de ellos, incluso, tituló un libro “Mi lucha”)

Es sólo que aplicaron mal su esfuerzo, su valor, su energía, su perseverancia, su creatividad…

Que equivocaron el fin, el designio, el propósito (o sea TODO)…

Y al final habría sido mejor que no lucharan, que no crearan, que no perseveraran en nada.

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