9.2.11

Como una ostra

Fue el caso que venía un amigo de mi padre y había que ir por él al aeropuerto, pero a mi padre le surgió un imprevisto que le tuvo ocupado hasta las seis. Así que me pidió que fuera yo a recoger a su amigo:

-Le traes aquí para que deje el equipaje y os vais a comer fuera. A las seis menos cuarto volvéis a casa y ya me encargo yo de él.

-¿Y de qué voy a hablar con tu amigo, si apenas le conozco?

-De animales. Jorge es un entusiasta de la zoología. De hecho, dirige documentales para televisión.

-Pues a mí los animales no me van mucho. Me aburriré como una ostra.

Pero finalmente no resultó mal. Hablamos de muchas cosas y, claro, también de fauna. Me preguntó cuál es mi animal favorito y yo, que al principio estaba aburrida, le contesté: -La ostra.

Ante lo cual afirmó:

-La ostra es un animal fascinante.

-¿Ah, sí?

-Por supuesto. ¿Conoces algún otro que haga perlas con las cosas que le duelen?

“Perlas con las cosas que le duelen”. Sí: cuando algo hiriente entra en su concha, la ostra lo envuelve segregando una sustancia mágica.

Hacer perlas con las cosas que duelen. Transformar lo dañino, construir encima de aquello que nos hirió.

Se me quedó grabado: "Hacer perlas con las cosas que duelen". A veces lo repito y me resulta útil.

2 comentarios:

Blanca dijo...

Lo tomaré en cuenta, gracias.

saiz dijo...

Hola, Blanca, no había visto hasta ahora tu comentario. Gracias a ti por tu visita.