La madre y el niño de dos años van a visitar a la abuela.
Al llegar a casa de la abuela, el perro de ésta empieza a dar saltos de alegría.
La abuela dice al perro: -Tobi, estate quieto.
Y el niño: -Tobi, quédate abajo conmigo.
9.2.09
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6 comentarios:
Hola Isidro, he leído tus relatos, buenos los que he podido. Te comento que te deje una telaraña en mi blog de mandalas, es algo sencillo, espero te guste... Se acerca el 14 de febrero y estuve haciendo telarañas para mis amigos, pues en todo este tiempo que te vengo siguiendo te considero uno de ellos.
Me gusta tu forma de escribir y tu inventiva para hacerlo, aparte de tu sensibilidad. Bueno ya no le sigo sino se convertira en un testamento y creo que comprendiste el mensaje.
Bueno te dejo.
Cuídate y un abrazo en la distancia.
Te dejo el enlace: http://mandalasdeyahaira.blogspot.com/
Se me olvidaba, me gusto el relato.
Gracias, Yahaira. Visité "mi" telaraña, o sea, la que me has dedicado y me gustó mucho. Ojalá que esas telarañas nos unan a todos. De momento ya hay una telaraña (o sea, "web" que creo que es lo que significa en inglés), una Internet que va uniendo al mundo y sirve, al menos, para diluir y borrar las fronteras de la comunicación. Detrás de estas fronteras mentales caerán (espero) las fronteras físicas y políticas del mundo. Un abrazo.
Sabes creo en los puentes, hay algunos que son invisibles que no los podemos ver pero que surgen, creo que uno de ellos es esté el de la web (cuya definición es correcta, "red" creo). Coincido contigo, qué bueno que te haya gustado "la telaraña". Saludos Isidro.
Desde luego, Yahaira. Creo que Internet es lo mejor que le ha pasado a la humanidad en mucho tiempo, tal vez en toda su historia. En medio de todo lo negativo, algo bueno tenía que estar esperándonos, después de todo. Ojalá que, tras el derrumbe de las fronteras de la comunicación que Internet conlleva, venga la caída de las fronteras físicas. Yo espero que, más pronto que tarde, sea así.
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