27.2.09

Armisticio

Y ahora que hemos puesto fin a esta guerra, es tiempo de reconciliación. Ambos bandos tenemos que perdonarnos mutuamente. Nuestra voluntad puede hacerlo. Esto no es lo más difícil.

Lo más difícil es aquello que no depende de nuestra voluntad: expulsar los rencores ocultos, disolver nuestros odios subterráneos.

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