10.2.09

¿Mentira?

A los 15 años la fe me dejó. Fue un proceso normal, o eso me parece. El conocimiento, las lecturas, las incoherencias bíblicas, el preguntarme por qué había de ser así… El caso es que en poco tiempo dejé de creer en lo que mis padres me inculcaron. Pero a ellos no se lo dije. Ni entonces ni después. Ellos son profundamente religiosos. La religión es el eje de sus vidas. Si se lo dijera, les causaría gran sufrimiento. No un disgusto trivial, sino un daño intensísimo. Me los imagino pensando: “Nuestro hijo va a condenarse para toda la eternidad”, y culpabilizándose: “¿Qué hemos hecho mal?; ¿en qué hemos fallado al educarle?”.

Así que he seguido fingiendo que creo. Incluso cuando me he visto forzado a ir a misa con ellos, me he acercado a comulgar.

Y esta mañana, para mantener la ficción, he tenido que confesarme. Le he dicho al sacerdote:

-He mentido.

Y él ha preguntado: -¿En cosas importantes?

Entonces se lo he contado todo: -Llevo toda mi vida mintiendo a mis padres. Ellos son creyentes y no conciben que su hijo no lo sea. Pero yo dejé de creer hace años. Nunca se lo he dicho porque les haría un daño horrible. Pensarían que voy a condenarme y se sentirían culpables. Por eso aparento creer: vengo a misa con ellos, confieso, comulgo… pero no tengo fe. No soy creyente sino agnóstico. A veces pienso que lo que hago es indigno. Indigno para mí, por aparentar lo que no soy, y para ellos, por mentirles. Pero, comprenda, son mis padres y ¡ es tanto el daño que les causaría !

Y el sacerdote me ha dicho:

-Hijo, no sé qué aconsejarte. Pero está claro que tú no tienes culpa de no creer. Y en cuanto a tu mentira, es una mentira muy sacrificada, muy caritativa. Una mentira llena de amor. Seguro que Dios la ve con buenos ojos.

Y me he vuelto a mi banco. Y aquí estoy sentado, dándole vueltas a la cabeza y sin saber si creo o no.

2 comentarios:

Julissa dijo...

Què contrariedad, antes de seguir ¿Es cierto?....
Bueno a mì se me aplica a medias, no voy a misa porque no tengo tiempo, hace tiempo que deje de creer en la iglesia creada por los hombres, sigo creyendo en Dios a mi manera.
Aunque algunas veces tengo conflictos, quizàs por eso sigo buscando informaciòn, a pesar que la absoluta verdad no exista.

saiz dijo...

Bueno, Yahaira, ya comprenderás que todo lo que pongo aquí es ficción. No es un diario o una autobiografía. Cuanto escribimos está, sin duda, influido por nuestras vivencias personales, pero después es objeto de una elaboración.

Sobre la fe en un ser superior, esto es algo que no depende de la voluntad. Nadie puede (honestamente) decirse "He decidido creer en esto" y creerlo.

Aunque quisiéramos, no podríamos creer que la Tierra es plana, o que la mujer fue hecha de una costilla de Adán. No podríamos creerlo porque nuestra conciencia se rebelaría.

A mí me cuesta pensar que alguien superior nos obligue a creer algo en contra de nuestro raciocinio. Y como la razón no nos lleva (en este punto) a nada claro y patente, pues yo estoy como en una nebulosa (que es, al parecer, donde nuestra razón acaba y se diluye), tal como les pasa o pasó a otras personas -Darwin, Einstin, Sagan, Hawking...-: gente con una mente muchísimo más lúcida y dotada que la mía.

Lo que sí constato es que hay una convergencia muy importante entre la ética civil o laica de muchas personas agnósticas, y la ética o moral de las principales religiones. Supongo que existe un depósito ético y social en la mente humana que es independiente del hecho religioso.