20.2.09

En la fantasía

Mientras trabaja, oye una emisora que sólo ofrece radionovelas. Después lee, durante varias horas, novelas y cuentos. Luego ve alguna película. Más tarde retoma la lectura. A veces va al teatro. El resto del tiempo escribe relatos, novelas, guiones, dramas… Por la noche, mientras duerme, su cerebro le regala varios sueños.

Y así, de ficción en ficción, de fábula en fábula, de irrealidad en irrealidad, va viviendo (o sea no viviendo) su no-vida.

2 comentarios:

Julissa dijo...

Bueno yo siempre he roto con la idea de hacer todo los dìas la misma cosa, aunque a veces me preocupa el hecho de estar o no haciendo cosas importantes, de si hago lo correcto o no. De nacer, crecer, reproducir y morir. Me entristece cuando lo pienso.

saiz dijo...

Es una ardua equidistancia, entre la realidad y la imaginación. Se dice que un exceso de realidad es tedio. Y un exceso de imaginación es delirio. Mantenerse en medio, en (inestable) equilibrio y con un pie a cada lado, es lo difícil.