Unos segundos antes de morir, pensó:
“Mi vida ha sido vulgar y anodina. Una vida gris, sin pena ni gloria. Sin nada extraordinario para ser recordada. Sin nada digno de pasar a la historia. Una vida de mierda.
Pero creo que no causé la ruina a otros. Creo que no arrastré a nadie a la locura. Creo que no conduje a nadie a la miseria, ni a la perdición, ni a la desgracia.
No es, a fin de cuentas, tan poco.”
16.2.11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario