Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
En esta página estoy insertando textos inéditos, que fueron escritos a lo largo de años. Iré introduciendo más a medida que los recupere. Si empezáis a leerlos y no os gustan, por favor salid de la página inmediatamente. SAIZ DE MARCO *** NOTA: Otros relatos se han editado en los libros "Este sol de la infancia" y "Miedo a no volar" (El importe de cada uno es en torno a 8 euros y se destina íntegramente a fines benéficos. Más información en http://publicacionesacuman.blogspot.com.es
2 comentarios:
Hola Sáiz:
Te dejo una leyenda Cherokee.
Las frutillas.
Cuenta una hermosa leyenda Cherokee que el Gran Espíritu creó al hombre y a la mujer, les entregó la tierra con todas sus maravillas y pensó que se sentirían felices, vivirían en paz y fundarían una gran familia.Pero no pasó mucho tiempo antes de que la pareja comenzara a reñir. La mujer gritaba al hombre y el hombre gritaba a la mujer. Ninguno de los dos parecía hacer nada bien a los ojos del otro, y eran tan amargos los reproches y duras las palabras que finalmente la mujer decidió abandonarlo.Por un tiempo el hombre solo se sintió tranquilo pero pronto empezó a echar en falta a su compañera y se entristeció. El Creador le preguntó si le gustaría que la mujer volviera a su lado y el hombre dijo que nada deseaba más y el Creador prometió traerla de vuelta. Ella salía todos los días a recoger frutas y bayas con que alimentarse y el Creador hizo que nacieran en su camino arbustos colmados de arándanos pero ni los miró. Luego, llenó la ribera del arroyo de zarzas de las que pendían grandes y dulces moras pero tampoco se sintió interesada.Más tarde fueron las frambuesas y muchas más frutas silvestres pero no hacía ningún caso, hasta que el Creador hizo aparecer las fresas. La mujer vio una gran mata plagada de frutos rojos y brillantes y quiso probarlos. Se agachó, recogió unos pocos y los comió con deleite. Eran tan dulces y frescos, tan suave su sabor que pensó; "Al hombre le gustaría mucho comer estas frutas", y llenando el cestillo que traía volvió al lado de su pareja para ofrecérselas y disfrutarlas en su compañía.Así se originaron las fresas y el Creador logró que el hombre y la mujer volvieran a estar juntos.
Gracias, Yahaira. Seguro que eran unas fresas muy sabrosas.
Del mismo modo creo que hay que intentar, en este intervalo entre dos nadas que supuestamente es la vida, JUGar (sacar el JUGo) y disFRUTar (sacar el FRUTo) de todo.
El jugo y el fruto de todo cuanto nos rodea. Jugar y disfrutar con todas las cosas.
Publicar un comentario