21.1.09

¿A qué esperas?

En un rincón del aula los párvulos contemplan, sobre una estantería, la perdiz disecada: la perdiz que les mira con las alas abiertas. (Los niños aún no saben nada sobre la muerte.) Y todos ellos dicen “Eh, pájaro, ¿qué esperas? Venga: ¿qué necesitas para echar a volar?”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me espanta la taxidermia.

saiz dijo...

Gracias por tu comentario, Aurora. A mí también me ocurre. En Madrid hay un museo con una de las colecciones más importantes de animales disecados. Hay incluso grandes mamíferos. Supongo que históricamente era una forma de facilitar el conocimiento de estos animales por la gente, cuando no se podían ver en su hábitat por los problemas para viajar. Pero en todo caso no me gusta ver muerto lo vivo. No es agradable ver momias.