Hace unos días se me ocurrió hacer una lista de mis lecturas pendientes: de todos los libros que quiero leer. Después calculé el tiempo que me llevará leerlos. Me quedé sorprendido al constatar que, según mis cuentas, cuando acabe de leerlos tendría 135 años de edad. Digo "tendría", y no "tendré", porque obviamente no espero vivir tanto. O sea, que no los podré leer todos.
Ante lo cual, he decidido enviar sendas cartas a sus autores. (Se me hace duro hacer llegar esta nota a mis escritores favoritos, pero aun así se la he remitido.) La misma carta-modelo para todos. Es ésta:
“Por favor, no se extienda más de lo necesario. Sea breve (como la vida). Conténgase. Lo que pueda decir en cien páginas, no lo diga en doscientas. Lo que pueda escribir en cuatro párrafos, no lo escriba en ocho. Lo que pueda expresar en dos palabras, no lo exprese en tres. El tiempo y la existencia de aquéllos para quienes escribe –o sea, sus lectores- no dan para tanto”.
23.11.10
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7 comentarios:
Es cierto, hay demasiadas páginas interesantes para leer... y aunque fueran brevísimas no daría para leerlas todas!
Parece que me he ido, pero no.
Besos
Hola, Pol Alonso y Aquí, gracias por vuestra visita. A mi modo de ver, no sólo es que un relato se lee más deprisa cuando se le quitan las páginas sobrantes, la hojarasca. Es que, además, el relato es mejor. Muchas veces tengo la sensación, cuando leo una novela y me gusta, de que si se le quitaran las páginas que le sobran, la novela sería todavía mejor. Me ha pasado con muchas obras, incluso estupendas creaciones literarias como "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, "La montaña mágica" de Tomas Mann, o incluso el Quijote. A mi modo de ver, serían mejores si fuesen más cortas.
Hola SAiz, es que tu eres especialista en relatos super cortos e intensos.
Te iba a contar el cuento mas pequeño del mundo, pero lo olvidé... te lo debo. Buena noche.
( También a la amiga Aqui)
Tienes razón a la mayoría de los libros le sobra la mitad de páginas.
Estoy ahora con uno de esos. Como me quede dormida un día y se me caiga encima de la cara...
Cierto lo que dice Blanca.
Tus relatos tienen las dos B y una C.
Buenos, cortitos y baratos.
Buen día y besos a todos.
Blanca, quiero que me cuentes el relato más corto del mundo. Yo una vez leí que el cuento más corto (y más largo) del mundo es éste:
"Érase una vez la realidad. FIN".
Aquí, gracias por tus palabras. Las historias tienen que tener la medida que el propio relato exija, sin estirarlas ni comprimirlas. Ni más ni menos. Esto último es lo difícil.
Hay un escritor que he descubierto recientemente y me gusta mucho. Sus relatos no contienen hojarasca y respetan totalmente al lector (muchos escritores no respetan al lector: anteponen su autosatisfacción y su propio ego). Se llama Stefan Zweig. Es austríaco y vivió en la primera mitad del siglo XX. Escribió novelas, ensayos y cuentos. Si no lo conoces, te sugiero que leas algún relato de él, por probar. Así empecé yo, leyendo uno de sus relatos, y me quedé totalmente enganchado, hasta el punto de que últimamente sólo leo libros suyos. Recuerda: Stefan Zweig.
Cuando despretó, el ogro estaba ahí.
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