11.9.07

Twain

En la edición de Huckleberry Finn que leí cuando tenía diez años venía un párrafo que, bajo el rótulo “Aviso”, decía: “Serán llevados ante los tribunales quienes intenten encontrar un motivo a esta narración. Serán deportados quienes pretendan hallar una moraleja. Se fusilará a quienes traten de descubrir un argumento”. Terminé recitándola y prometiendo que, si alguna vez escribía un relato, pondría la misma advertencia. Así que ya lo he hecho. Al que me acuse de copiar le pido que sea indulgente con las promesas infantiles. También le aseguro que no le llevaré por eso a los tribunales, ni le deportaré, ni haré que le fusilen.

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