9.10.12

La guerra de papá


-Papá, ¿tú estuviste en la guerra?

-¿Te refieres a la guerra civil?

-Sí. Es que hoy han hablado de eso en el colegio.

-Pues sí, por desgracia estuve. Tenía 22 años y me llamaron a filas. Es una suerte que vuestra generación (vamos: tus compañeros y tú) no hayáis tenido que vivir una guerra.

-¿Y mataste gente?

-Pues no sé. Disparar, disparé. Al igual que a mí me disparaban los del otro bando. ¡Qué remedio! Era eso o que te mandaran fusilar. En realidad, me alegré cuando me hirieron en el Jarama. Como estuve cojo varios meses, ya no tuve que volver al frente. Me quedé de ayudante en el hospital al que me llevaron.

-O sea, que en el fondo te vino bien que te hirieran.

-Pues sí, hijo: quizá gracias a eso me salvé.

-Querrás decir “nos salvamos”. 

2.10.12

PadrePerfecto


El robot PadrePerfecto no se equivoca nunca. Por eso son cada vez más los padres y madres que le confían la educación de sus hijos.

PadrePerfecto no pega.

PadrePerfecto no grita.

PadrePerfecto no crea miedos infundados. PadrePerfecto no miente.

PadrePerfecto nunca incurre en los mismos defectos que censura a los niños.

PadrePerfecto siempre cumple sus promesas y advertencias. Nunca promete aquello, bueno o malo, que no podrá cumplir.

PadrePerfecto no cede ante las rabietas.

PadrePerfecto sabe decir no.

PadrePerfecto no pierde la paciencia.

PadrePerfecto no pierde la coherencia.

PadrePerfecto no es más indulgente cuando está de buen humor, ni más severo cuando está de malas (PadrePerfecto nunca está de malas).

PadrePerfecto prefiere premiar a castigar. Pero impone castigos cuando hay que hacerlo. Y aun así, lo hace amorosamente, mostrando su disgusto al niño por tener que castigarle.

PadrePerfecto nunca está cansado ni nervioso. En cualquier situación mantiene la calma.

PadrePerfecto siempre tiene tiempo de escuchar a los niños.

PadrePerfecto es firme pero no rígido. PadrePerfecto es tierno pero no blando.

PadrePerfecto no compara a unos niños con otros.

PadrePerfecto no encasilla a los niños. PadrePerfecto no pone etiquetas.

PadrePerfecto no hace por los niños lo que ellos pueden hacer por sí solos.

El robot PadrePerfecto está disponible en versión padre o madre. También puede adquirirse la pareja.

A pesar de su nombre, PadrePerfecto no es un padre (ni una madre) perfecto. Para serlo necesitaría cometer de vez en cuando algún error. Y a continuación abrazar a ese niño y, mirándole a los ojos, decirle "Perdón, me he equivocado".