30.1.06

Un poco de coherencia

Aún sigue, en la casa de sus padres, el libro de las tapas verdes: “Pinocho. Por Carlo Collodi”. Es el primer cuento que leyó, hace veinte años.

Busca la página donde el hada dice:

-Estoy viva, Pinocho. Te hice creer que había muerto de pena para que te arrepintieras de tus malas acciones. Has hecho sufrir mucho al pobre Gepetto.

Y ahora, antes de donar el libro a una biblioteca, va a perpetrar el sacrilegio. Tacha la respuesta de Pinocho y en su lugar escribe lo que siempre pensó que el muñeco debió contestar:

-De acuerdo, señora hada, he sido malo. Pero no veo bien que, habiéndome prohibido mentir, me haya hecho creer que usted había muerto. Me parece muy mal que, después de haber dispuesto que mi nariz creciera cada vez que yo mentía, me haya engañado de este modo. No entiendo que, habiendo ordenado a un niño (¡qué digo a un niño, a un trozo de madera!) decir siempre la verdad, incumpla usted sus propias reglas.

No hay comentarios: